El mundo es un lugar injusto. Hace un año Aaron Swartz colapsó ante la presión del sistema judicial estadounidense y se suicidó.
Su ausencia es una enorme pérdida para nuestra generación, y aún así, su nombre es desconocido para la mayoría de las personas; tal es la naturaleza de los héroes.
Tan injusto es el mundo, que el inescrupuloso comerciante Jobs tiene más fama que el genio de Swartz. Mientras que Steve tiene el cuestionable mérito de saber vender un producto de forma religiosa, Aaron se ganó a los catorce años de edad un lugar entre los padres forjadores del que es probablemente el más grande invento de la humanidad: la internet.
Swartz es el creador del protocolo RSS, estándar fundamental para difundir contenido en la red. Entre otras cosas también trabajó con Larry Lessig en la creación de Creative Commons; fundó Reddit; junto con John Gruber diseñó el lenguaje Markdown; creó el proyecto Open Library; fundó DemandProgress y fue uno de los más importantes e influyentes opositores de la iniciativa ACTA. Todo en una vida de apenas 26 años; no cabe duda de su genialidad y productividad.
Hoy, a la luz de la existencia de programas como PRISM y de la crisis de difusión del conocimiento, la lucha de Swartz por un mundo más libre y respetuoso de los derechos individuales tiene mayor vigencia que nunca.
Sirvan estas letras de modesto homenaje a su persona. Descanse en paz Aaron Swartz.