• Que inútil el exilio

    Hoy son dos años que te soñé sin soñarte. Estabas en aquel mundo onírico mas yo no podía verte. Permanecías escondida entre las sombras y desde ahí silbabas una tonada, casi inaudible, pero que alcanzaba a filtrarse entre las conversaciones que mi durmiente ser mantenía con otros inmateriales personajes. Entonces, de nada me servía haber…