Adolfo Fernández Ruiz se presentó en la puerta de la sede Santa Fe con el manifiesto objetivo de ingresar a las instalaciones bajo la excusa de “revisar el estado de las mismas”. Ello a pesar de que, dos días antes se había levantado un acta notariada y firmada por la Mtra. Gisela en la que se describían las condiciones del plantel al ser recuperado por la comunidad estudiantil.
Adolfo fue acompañado por Alfredo Salazar, director de articulación de centros de investigación, y Daniel Mendiola, también empleado del Conacyt.
Adolfo amenazó sutilmente a les estudiantes enunciando supuestas consecuencias de estar en un “inmueble federal protegido por la Ley General de Bienes Nacionales y la Ley Federal de las Entidades Paraestatales”.
CONACyT insiste en la imposición ilegal de Romero
La institución emitió un comunicado en el que defendió a Romero, pero lo hizo mintiendo en dos ocasiones: los procesos de auscultación no fueron promovidos con estudiantes y no fue posible convocar a Romero Tellaeche a diálogo, pues él mismo negó la oportunidad a la comunidad estudiantil el 18 de noviembre.